Tengo versillos de otoño
enredados entre papeles en la mesa,
colgando de manteles arrugados,
y de las tardes descoloridas y puntiagudas...
Tengo versillos en un cajón
donde se acumulan restos inútiles y polvo,
algunos son de celofán, otros no dejan ver la luz:
son hojas moribundas de árboles que una vez fueron,
son versillos desollados de un cuerpo o de un alma
que quién sabe si alguna vez habrá podido ser...
Tengo el otoño entre apuntes en las mesas,
entre girones en las papeleras...
y se me duerme las noches bajo la brisa tranquila,
perdido quién sabe dónde lo habré olvidado yo.
enredados entre papeles en la mesa,
colgando de manteles arrugados,
y de las tardes descoloridas y puntiagudas...
Tengo versillos en un cajón
donde se acumulan restos inútiles y polvo,
algunos son de celofán, otros no dejan ver la luz:
son hojas moribundas de árboles que una vez fueron,
son versillos desollados de un cuerpo o de un alma
que quién sabe si alguna vez habrá podido ser...
Tengo el otoño entre apuntes en las mesas,
entre girones en las papeleras...
y se me duerme las noches bajo la brisa tranquila,
perdido quién sabe dónde lo habré olvidado yo.
Paula Cruz
Buscando el otoño yo he encontrado el invierno.
ResponderEliminarSaludos.
Suele suceder, pero que la huella de colores que te deja el otoño ilumine la opacidad del invierno.
ResponderEliminarBesos al alma.
Me gusta el otoño, el tuyo lo siento cálido.
ResponderEliminarUn beso
Me gusta tu otoño, los sitios en lo que tienes...
ResponderEliminarMuy original el poema
Muchos besos.